La vida se reduce a momentos, de los optimistas a “pequeños grandes momentos que te quitan el aliento”; de los pesimistas a “10 minutos de toda una vida de desdichas”, quizá si estás leyendo esto te hayas identificado con alguno, no es malo ambas partes, digo, cualquiera ha tenido grandes momentos y los peores de sus vidas, pero por alguna razón pensar en que mi vida se reduce solo a esos momentos, me desespera un poco, y no lo digo porque no me pasen, es solo que eh experimentado situaciones en las que mis emociones se disparan, donde no se si aprendí algo o solo pensar que estas situaciones no deberían pasar.
Confesare que me dan miedo las situaciones donde el momento tan “maravilloso” por decirlo de alguna forma, te dejan sin aliento, no le temo a la felicidad tampoco a las buenas noticias, siento temerle a la necesidad de necesitar más momentos como esos, y siento que la vida o por lo menos la mía necesita de momentos malos para saber que de estar bien y alegre puedo también estar triste.
Sé que suena loco incluso extraño decir que se necesitan momentos de tristeza para vivir, pero considéralo de esta forma, a menos que un compositor sienta en carne propia la crueldad y tristeza un desamor no sería capaz de escribir una canción que hable de ello.
Las personas también necesitan momentos neutros, donde no se sienta nada, donde solo leas tus propios pensamientos o te preguntes porque no piensas nada, a veces el cuerpo y lamente solo necesitan relajarse y quien sabe, dependiendo tu estado de humor, ese momento de meditación de absolutamente nada puede incluso convertirse en uno de esos momentos felices que tanto buscas si lo usas bien.